Desde la antigüedad y debido a la necesidad del hombre de encontrar alimentos ligeros y que proporcionen energía para sus largos viajes, este empezó a mezclar miel con algunos cereales y pulpa de frutas para luego darles forma, luego con el descubrimiento del azúcar se pudo dar paso a lo que ahora conocemos como caramelos sólidos
Antes de que se empleara el azúcar, ya se hacían dulces a base de otras sustancias, como la miel, el jengibre o el regaliz. El caramelo se inventó en 1820.
Caramelos naturales sin aditivos, presentados en una bonita caja de metal ovalada. En el año 52 antes de Cristo, Flavien un romano que viajaba por todo el mundo trajo de Siria unas semillas de Anís verde. Cuando llego a Galia hizo construir su villa galo romana a la cual le dio su nombre “Flavigny”. En el siglo VIII Widerard, construye en Flavigny un monasterio benedictino, no se sabe muy bien si son los monjes que tuvieron la idea de envolver la semilla de anís con azúcar, existen archivos que son testigos de que ya en 1591 existian los anises de Flavigny. Hoy en dia en Flavigny se sigue elaborando los caramelos de anís de la misma manera que lo hacían siglos atras.
La semilla de anís tarda 15 dias en ser envuelta lentamente de finas capas sucesivas de azúcar, para formar este delicioso caramelo en forma de guisante. Un dulce regalo!